Alien es una película obligatoria, no sólo del sci-fi. In space no one can hear you scream. Una frase icónica. Acompañó al cartel promocional de la película, coronando esa imagen de un huevo, del que no se sabía que aparecería en él. Aparece al final del trailer de la película, el cual me encanta por su ritmo. Esta frase es finalmente la que encierra gran parte del factor de terror de la película.
Era 1979, 2 años antes Star Wars IV estuvo en cines, mostrándole al mundo una visión interesante de una galaxia muy muy lejana. Era emocionante, una historia épica perfecta, que nos hacía ilusionarnos con lo que había más allá. Un año antes, John Carpenter estrenaba Halloween, una película de producción modesta -costó 325 mil dólares-, que inició el género slasher, con una historia sencilla y un antagonista discreto. Y después surge Alien.
La película abre con los créditos iniciales, mientras la vista se mueve plácidamente a través del espacio, y poco a poco se devela el título con una estética impecable, alabada por aquellos amantes de la tipografía. Después entramos a la nave comercial Nostromo, el escenario.
Alien maneja una dinámica ya conocida en el cine de terror, donde los desafortunados personajes de la historia van sufriendo uno a uno destinos fatales, hasta quedar sólo uno, como las ya queridas scream queens en los slashers, Ash en Evil Dead, etcétera. En este caso los tripulantes del Nostromo son cazados no por un asesino cualquiera, un organismo perfecto, descrito así con admiración por uno de los tripulantes.
Un gran acierto de esta película es mostrarnos en muy poco, la dinámica del Alien -que para las secuelas se denominó xenomorfo-, como su forma de cazar y su ciclo de vida, desde su incubación en el huevo; la segunda fase, el facehugger; pasando por mi fase favorita, el chestburster para después desarrollarse en poco tiempo en un organismo adulto:
Esta escena, de la que sólo sabían que sucedería tanto Ridley Scott como John Hurt, refleja realmente terror en el resto de los personajes, volviéndose una escena icónica del cine, y referenciada hasta el cansancio. El diseño del xenomorfo en todas las etapas de su ciclo, así como del escenario en que es encontrado, son obra del desaparecido H.R. Giger, artista gráfico con un estilo único, erótico y perturbador. El arte del preliminar al xenomorfo se aprecia en sus obras Necronom IV.
Alien sentó bases importantes para el cine de sci-fi y terror. Su éxito fue tal que se realizaron 3 secuelas, que si bien no siguieron el género de la primera, lograron enriquecer la mitología que rodea al xenomorfo; surgió Prometheus, una “precuela” -más bien un spinoff– que buscaba explicar el origen de éste, y aunque visualmente atractiva, tiene huecos en su trama. El xenomorfo ha tenido su crossover, ha sido protagonista de películas, y videojuegos, como el más reciente Alien Isolation.