Distopía I: Fahrenheit 451

“-No eres como los demás. Y he visto a muchos, y los conozco. Cuando hablo, tú me miras. Anoche, cuando dije algo acerca de la luna, tú miraste hacia la luna. Los demás nunca harían algo así. Los demás me dejarían hablando sola o me amenazarían. Ahora nadie tiene tiempo para nadie. Tú eres uno de los pocos que me soportan, Por eso pienso que es muy extraño que seas un bombero, me parece que no es lo apropiado para ti.”

El papel empieza a arder a 451° Fahrenheit. Y precisamente la famosa obra de Ray Bradbury, publicada en 1953 habla de esto. Tenemos como protagonista a Guy Montag, un hombre que disfrutaba su trabajo (tal y como lo dice la primera oración del libro: “Era un placer quemar”) como bombero. Claro que, en este mundo distópico (es decir, una sociedad ficticia indeseable en sí misma), los bomberos no apagan los incendios, sino que los crean. El gobierno establece que es un crimen tener libros, ya que estos generan pensamiento y el pensamiento genera angustia. Cuando reciben una denuncia o se enteran de que alguien tiene libros en su casa, los bomberos son los encargados de dirigirse a ese hogar, recolectar los libros e iniciar una fogata literaria. Libros devorados, ennegrecidos y cambiados. Reducidos a cenizas.

Guy Montag cree en el gobierno, cree en su trabajo, cree en su matrimonio y felicidad hasta que conoce a una chica de 17 años llamada Clarisse McClellan, quien le empieza a preguntar por su trabajo y le enseña su casa, donde sus familiares hablan entre ellos, en lugar de mirar idiotizados las pantallas que cubren las paredes de los hogares. Clarisse ademas le hace una pregunta que lo deja marcado: “¿Eres feliz?”.

Poco después, cuando van a la casa de una mujer a quemar todos sus libros, y ésta decide quedarse y arder con todos sus libros, Montag comienza a darse cuenta de que en los libros hay algo que el gobierno no quiere que sepa el pueblo, y roba uno. Y aquí empiezan los problemas.

Fahrenheit 451 es una lectura fácil, entretenida, pero no por esto vacía de contenido filosófico. Todo lo contrario: es una critica a la sociedad, al ser humano y a su conformismo. Te hace pensar sobre la situación actual del mundo y la censura del pensamiento. Es la historia de un hombre que se da cuenta de que las cosas son distintas a lo que siempre le habían hecho creer. Un hombre que decide cambiar su mundo aunque esto sea un delito y pueda costarle la vida.

Si no han leído esta novela futurista, háganlo, son menos de 200 paginas, pero cada una de ellas vale la pena. Además. son vacaciones, qué mejor para aprovecharlas que leyendo un buen libro… antes de que, en un futuro, arda junto con el resto.