Netflix lo está haciendo bien: Grace & Frankie | Reseña

Si no conocen una de las últimas series de Netflix, deberían. Grace & Frankie es una comedia creada por Marta Kauffman ―a quien probablemente conozcan con Friends― y Howard J. Morris, que sigue las aventuras de Grace, una antigua magnate de cosméticos retirada ―aunque la palabra magnate es, quizá, exagerada― y Frankie, maestra de arte hippie que lo único que tienen en común es que están casadas con socios de una firma de abogados que, de un día para otro, han decidido pedirles el divorcio, revelarles que llevan veinte años engañándolas el uno con el otro y que quieren casarse. A los setenta años, ninguna esperaba ya ningún cambio en su vida y se han encontrado con que prácticamente están obligadas a rehacerlo todo y, además, viviendo en la misma casa. Grace y Frankie no pueden ser más diferentes, lo que da pie a bastantes situaciones graciosas entre las dos.

Quizá, lo admito, la serie no suene como la gran cosa. Quizá, incluso, tampoco les suene graciosa, e incluso allí podría decirles que sí, que hace comedia sobre problemas que, casi seguramente, la gente joven no haya experimentado aún. Pero ver a mujeres de setenta años siendo las actrices principales en una comedia es algo diferente. La gente de la edad de Jane Fonda y Lily Tomlin, sobre todo siendo mujeres, no son realmente tomadas en cuenta para una gran variedad de papeles protagónicos. Hay quien dice, incluso, que cuando las actrices empiezan a entrar en la mediana edad, dejan de ser las protagonistas de la mayor parte de sus trabajos para convertirse en la mamá, la abuela o la jefa de alguien. Eso no ocurre siempre, claro, pero si buscan a su alrededor, esta clase de series son raras. Aquí Jane Fonda y Lily Tomlin, acompañadas de sus maravillosos co protagonistas Martin Sheen y Sam Waterston, son las estrellas absolutas de la serie y están a la altura del papel.

actors grace and frankie

En una entrevista Jane Fonda dijo que “las mujeres mayores no tenemos nada que perder. No estamos buscando pareja. Nuestros hijos ya crecieron y se fueron de la casa. Podemos ser tan valientes y corajudas y divertidas y sabias como queramos. No tenemos que tenerle miedo a mostrar nuestras fortalezas y nuestra inteligencia”. Realmente esa es la idea de Grace & Frankie: ni ninguna de ellas, ni Sol ni Robert tienen ya nada que perder. Ya educaron a sus hijos, bien o mal, ganaron dinero, compraron casas, tienen carreras, recuerdos… De alguna manera, ya lo tienen casi todo. La serie va un poco bailando sobre esa idea, demostrando como incluso a los setenta se puede empezar de nuevo, se pueden tener nuevos proyectos, se puede reconstruir una vida entera y se pueden crear nuevas amistades.

Algo de la más refrescante es la amistad entre Grace y Frankie. Parecen dos adolescentes peleando por momentos, pero acaban volviéndose incondicionales, capaces de darse buenos consejos y una bofetada en la cara cuando es necesario. No es la manera en la que acostumbramos a ver retratada la amistad entre dos mujeres de su edad. Netflix lo hizo muy bien está vez y la serie incluso tiene ya una segunda temporada confirmada, que saldrá a lo largo de este año. Yo, la verdad, estoy esperándola.

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