La más reciente producción de Pixar nos cuenta la historia de la pequeña Riley, una niña que está iniciando su transición entre la niñez y la pubertad, y un cambio de ciudad que pone en juego a sus emociones, las cuales son las protagonistas de esta historia: Alegría, Tristeza, Desagrado, Furia y Temor, quienes intentarán volver todo a la normalidad y mantener el orden cuando un accidente pone las cosas de cabeza.
En el camino para volver a la normalidad se encontrarán con otros habitantes de la cabeza de Riley y con obstáculos que solo podrán vencer cuando trabajan en equipo.
De verdad me ha gustado la cinta, cumple, y trae los sentimientos a la superficie. Activa mucho nuestra mente y da espacio para ello, esto en la forma en la que nosotros empezamos a relacionar como funcionan las emociones en nuestro propio cerebro y empezamos a preguntarnos cual es la emoción que nos domina.
Intensa-mente echa a volar nuestra imaginación y creo yo que ese es su punto más fuerte, además de que deja una moraleja clara en la que todas las emociones son buenas, pero hay que saber usarlas en determinado momento sin dejarse controlar por una absolutamente.
La cinta tiene momentos increíbles que resultan impactantes y algunos de ellos te tomarán por sorpresa justo antes de que comienzas a soltar la lágrima y tu cabeza haga ¡boom! porque entiendes el significado intrínseco de la situación.
Cabe mencionar la participación de Cristina Hernández en la versión doblada en español latino, ya que ella es la voz de alegría y debo decir que el papel le ha quedado perfecto ya que la actriz de doblaje cuenta con una personalidad sobretodo parecida y le imprime el sentimiento necesario en cada ocasión.
Recomiendo bastante ver Intensa-mente y a pesar de que aborda una temática un poco más madura es algo que todas las edades disfrutarán.