Escenas llenas de colores, brillo, alcohol, cigarrillos y baile, una historia ubicada en el Nueva York de los años 20, donde el derroche y codicia están al tope, y nadie se preocupa realmente por el mañana, al menos aquellos lo suficientemente ricos para hacerlo. Y es un este escenario, donde surge una posible historia de amor, acompañado de un soundtrack de ensueño. Todo esto nos ofrece El Gran Gatsby.

Basado en el libro de F. Scott Fitzgerald -que para su comodidad ya está reseñado aquí-, El Gran Gatsby nos muestra a Jay Gatsby, un hombre cuya identidad está oculta debajo de todas las enormes fiestas que realiza en su mansión cada fin de semana y de las suposiciones que sus numerosos invitados tienen de él. Sin embargo, una cara diferente de Gatsby se nos mostrará, a través de los ojos y recuerdos de Nick Carraway, un joven trabajador de Wall Street que inocentemente se abre camino en esta vida superficial.

Mientras trato de contener mi hype, ya que ésta es una de las películas que más esperaba en esta temporada, debo decir que no es una mala adaptación al libro -nunca tan buena como él-, aunque con un mayor peso en la estética, como era de esperarse del director de Moulin Rouge. Es también de admirar el soundtrack en el que figuran artistas y bandas como Florence + the Machine, Lana del Rey, The XX y Beyoncé. Thumbs up para Leonardo NoheganadounOscar Di Caprio.
Para muchos, El Gran Gatsby es una película que se quedó corta, con el único acierto del despliegue visual y soundtrack, y tal vez mi emoción me nuble, pero debo decir que es de las mejores películas en lo que va del año.