Blue Ruin es una tragedia, la historia de un hombre y su camino lleno de venganza donde la muerte de sus padres lo arrastrará por un camino sin retorno a través de los rincones más oscuros y viscerales del psique humano.
Desde el comienzo de la cinta quedé cautivado por su hermosa fotografía, y una simpleza tremenda que es utilizada para contar la historia de Dwight un hombre solitario sumido en la depresión de la soledad y su aislamiento de la sociedad después de que sus padres fueran asesinados. Todo cambia cuando el asesino sale de la cárcel y emprende un viaje de venganza que no terminará bien.
La cinta es dirigida por un novato de la dirección llamado Jeremy Saulnier, ya que tiene pocos trabajos como director, sin embargo se nota su habilidad y experiencia con la cámara en esta cinta. A pesar de ser una cinta un tanto independiente, tiene 5 premios de varios festivales, sobretodo por la dirección de Saulnier.
Macon Blair el actor que personifica a Dwight, se desenvuelve muy bien frente a la cámara, dando vida a su personaje quien es un hombre tan atormentado por el deceso de sus padres que termina comiendo de la basura y durmiendo en su auto. Alguien que estando en el fondo está decidido a hacer cualquier cosa por ver al asesino de su padre sufrir aun que esto signifique terminar encerrado o morir.
Una cinta que disfruté mucho, cruda y real, muy sencilla. Es ahí donde yo creo que radica su magia, porque todo es muy directo y poco a poco te van dando detalles de por qué las cosas no andan bien y como fue que se pusieron feas. Todo tiene una razón y una explicación. Además me encanta la crítica a la sociedad estadounidense y su amor obsesivo por las armas.
Sin duda le revisaré sus trabajos previos y estaré atento a lo que este joven director y cinematógrafo nos ofrezca para el futuro. Mientras tanto, debes ver Blue Ruin, una de esas tragedias que ya casi no se encuentran.
