Para cerrar el año, Marvel nos trae una entrega que es visiblemente diferente a lo que ha hecho hasta ahora: Dr. Strange
Y no solo me refiero a lo visual, que se merece hablemos mas a detalle después, sino del tipo de universo al que nos adentraremos y que promete acercarnos mas a las aventuras que hemos visto en los comics.
Esta cinta es una clásica historia de origen. Conoceremos al Dr. Stephen Strange, un genio en su área que además está consciente de sus capacidades por lo que su ego es bastante grande. Todo eso cambia cuando sufre un accidente automovilístico que dañara la clave de su gran talento: sus manos. Sin una cura que lo devuelva a la vida que conocía donde nadie era mejor que él, decide buscar en “métodos alternativos”. Antes escéptico, ahora está dispuesto a intentarlo todo. Y es aquí donde aprenderá que las habilidades de sus manos, y de todo su ser en realidad, pueden ir mas allá de lo que jamás consideró posible: las artes místicas.
Voy a empezar con el cast.
No sé si será una decisión consciente o es un simple talento nato para los personajes egocéntricos, pero Benedict Cumberbatch está perfecto como el Dr. Strange, tanto físicamente como en su interpretación. Aunque siempre estará presente ese ego de ser el “Dr. Strange” sí se siente el cambio que hay en él a lo largo de la película. El resto del cast también hace un gran trabajo.
Pero sí debo decir que a Marvel le siguen fallando los grandes villanos. Y no es por la actuación de Mads Mikkelsen como Kaecilius sino que entiendo y reconozco que este personaje vuelve a caer en la idea de “quiero apoderarme del mundo porque puedo” (pero al menos este no es calvo).
Lo dejo pasar porque es una película de origen y se supone el Dr. estará presente cuando todos los Avengers se unan para la verdadera amenaza que atacará al mundo.
Y yo en lo personal prefiero una película sencilla que me entretenga a que intenten hacer algo súper complejo que no tenga ni pies ni cabeza.
La película está llena de acción y claro que tiene sus momentos tranquilos, pero creo que tiene buen ritmo. El tiempo pasa mientras Strange se prepara como hechicero pero el director no nos muestra una típica secuencia con música sino que deja que nosotros acompañemos al personaje y presenciemos ese avance que tiene. Creo que eso mantiene a la gente al pendiente de lo que sucede en pantalla. Eso y la explicación de los conjuros, que no creo sea muy densa pero sí hay que prestarle atención porque al final tiene un uso importante. También me parece de las películas menos chistosas de Marvel, aunque tiene sus pequeños chistes por aquí y por allá claro, pero me gusta que desde ese aspecto intente diferenciarse de sus compañeras.
Ahora lo visual.
Al ser personajes que pueden manipular la realidad, era obvio que teníamos que ver cosas asombrosas en pantalla. Esa era la gran promesa que nos daban los trailers y creo que puedo decir que nadie saldrá decepcionado de ese aspecto. Tanto los poderes de todos los hechiceros así como el correr o manipular las dimensiones se ve increíble en pantalla. Las escenas de acción se disfrutan mucho, aunque el 3D quizás no estuvo tan aprovechado pero no es un desperdicio si deciden verla en ese formato.
Como buena película de Marvel, me deja esperando por lo que vendrá después. Creo que está muy claro que Dr. Strange tendrá un papel clave en las películas por venir. Después de todo, aún no hemos visto habilidades como las suyas contra los seres de otros planetas que amenazan con atacar la Tierra y hacer que los Avengers vuelvan a unirse. Claro, las escenas post-créditos también dan una clara pista sobre eso. Que por cierto no son las mas divertidas ni nos muestran algo que no imagináramos antes.
En resumen es una película que cumple y que nos hará pasar un rato agradable.