The Revenant es la más reciente película con la que el recién condecorado director y ganador del Oscar Alejandro G. Iñárritu vuelve para demostrar a todos que está a la altura de los grandes y que Birdman no fue solo un gol de chiripa en la portería del corazón de la Academia.
The Revenant está basada en la historia real de Hugh Glass, un recolector de pieles que fue dado por muerto después de que un oso pardo lo atacara y dejara muy mal herido, para después regresar a vengarse de quienes lo habían dejado atrás casi muerto y a su suerte. Claro que en la cinta de Iñárritu se le otorga otro propósito más honorable porque parece ser que a la vista de todos, está mal vengarse porque parecía que no ibas sobrevivir, y el asesinato de su hijo mestizo es una tragedia que sirve de combustible para recorrer un largo camino hacia la retribución.
Una película hermosa en todos sus aspectos. Fotografía impecable, no se puede esperar menos del genio cinematográfico de Emmanuel Lubezki, al cual se nota que le dieron más libertad creativa para pintar con la luz, cada cuadro mágico en pantalla. Habrá ocasiones en las que la cámara no será tan cómodo para la vista, pero todo esto pensado para aumentar la tensión y drama en escena.
La música está a cargo del japonés Ryuichi Nakamoto quien ya habría trabajado con Iñárritu 10 años atrás en Babel. Un score, tranquilo y melancólico poderoso que guía la inmersión dentro de la cinta.
The Revenant es una historia que se toma su tiempo para contarse así misma, y conforme avanza se va revelando por si sola, eso es grandioso, pero a su vez, puede que resulte muy lenta para algunos de entre el público.
Leonardo Dicaprio es Hugh Glass, quien sufre por más de hora y media hasta que un pequeño rayo de esperanza le hace sonreír por primera vez en mucho tiempo, todo para que después le sea arrebatado, así es su historia, no se puede discutir, una tragedia que parece no tener fin, pero a diferencia de muchas otras historias, esta es una que disfrutas sufrir, y lo haces por lo bien que actúa y expresa su condición. Del otro lado del ring tenemos a un odioso y despreciable Tom Hardy como Fitzgerald, el desalmado que no da nada a menos que sea a cambio de dinero y quien le quita la vida al hijo de Glass.
La locación es tremendamente hipnotizante, las imágenes son capaces de transmitirte el frío que seguramente estaban sufriendo durante la grabación y pone a tu mente a correr e imaginarte como estarías tú dentro de la misma situación, época y lugar.
La mancuerna entre estos dos actores llega a su climax durante el tercer acto de la cinta, que tiene un frenético y violento final en caída libre.
The Revenant es una película increíble que se toma su tiempo, pero no puedo dejar de pensar de que es el ego de Iñárritu el que trata de sobresalir sobre todo lo que construye con su cinta. O tal vez estoy loco y mi mente no alcanza a comprender como en menos de 2 años este tipo logro hacer 2 películas fabulosas.
Tal vez no gane el oscar a mejor película, de verdad espero que DiCaprio gane mejor actor y estoy muy seguro de que Lubezki se sacará su hat trick con 3 Osares por mejor cinematografía seguidos. Aun a pesar de todo, es una gran película que vale la pena ver al menos una vez en la vida.