Hace tiempo que les mostré el trailer de la nueva entrega de esta saga de películas y que expresé mi sentimiento de curiosidad por verla, pues el 3D en una película de terror de estas características es algo que me llamaba la atención. Entonces este fin de semana me dirigí al cine con la expectativa de pasármela bien en 3 dimensiones.
Primero, la historia que ya sabemos se debe de unir con todas las demás, narra la vivencia de una familia que se muda a una casa que no saben es la misma donde las niñas de la tercera entrega fueron raptadas por un aquelarre. Así que bueno la historia es la misma que la de la 4ta entrega –¡Oh Dios mío! eso suena tan mal–, la pequeña hija empieza a interactuar de manera misteriosa con un ente maligno, el padre de la niña se encuentra esta cámara extraña que puede ver cosas que otras no y por alguna razón decide seguir utilizándola y llevarla a todas partes.
Lo malo de la película es que se siente muy forzada, y aun cuando creí que los efectos 3D serían suficientes para darle un refresque a la franquicia, no lo fueron, y quedé decepcionado.
De la película no hay muchos momentos rescatables porque la mayoría ya los hemos visto antes y aunque algunas cosas se ven cool, no pueden desenterrar a la cinta de todos los clichés que ellos mismos han creado con su franquicia y fórmula ya gastada.
Al final es una más y no es suficiente, su fórmula ya no es efectiva y desaprovecharon lo que se podía hacer con el 3D incluso los jumpscares no fueron lo suficientemente buenos.
Bien vendida, mal ejecutada, si puedes ver algo mejor en el cine hazlo – como Southpaw –, puedes esperar a que salga a la renta para verla.